Ayuda para colocar remaches strass de forma manual.

Estas pequeñas joyas dan un toque único a cualquier proyecto. No son especialmente indicados para unir piezas: están para lucirlos y dar un toque de brillo y color único. Tienen dos partes: la cabeza brillante con la piedra y la base (el pinche), que se coloca por la parte trasera. Si pretendes usarlos para sujetar una hebilla de un arnés… olvídalo. Esto es bisutería, no hardware estructural.

Los strass están tallados en facetas, lo que, básicamente, es algo similar a la joyería: una piedra sencilla se convierte en una bola de discoteca. La luz rebota en, destellando y brillando en tonos profundos. Y además, los strass de cristal son muy resistentes. No se rayan ni se apagan ni envejecen como las imitaciones de plástico.

Los remaches strass han encontrado su lugar allá donde importa el estilo: collares, arneses o chaquetas. Pero también en bolsos, zapatos, cinturones, incluso en abrigos y prendas que piden un toque de brillo. En resumen, si quieres que algo se vea bien, destaque y sea realmente único, los strass pueden ser un buen aliado.

Los remaches strass no son adecuados para fijaciones: su poder es el estilo, no la resistencia a grandes cargas. Ni se te ocurra engancharles una hebilla o un anillo en D, no lo resistirán.

La mayor dificultad de estos remaches está en la colocación, ya que no se pueden trabajar como los remaches normales. Puedes usar una base de goma o un molde para máquina, pero hoy vamos a hablar de un truco que ayuda realmente a colocarlos sea cual sea su forma y tamaño. Pero no todo es perfecto, el truco funciona básicamente con remachado manual, aunque puedes usarlo con una prensa que sea robusta.

El truco consiste en “fabricar” una matriz de cuero, y es una alternativa útil y con estilo. Funciona, aguanta la forma y protege la piedra durante el remachado.

Los strass quedan bonitos, pero son sensibles: prefieren apoyarse en algo suave y liso y este truco los protege de roturas.

El truco consiste en fabricar una base con la forma de la cabeza y, para ello, tendremos que usar un retal de cuero vacuno con curtido vegetal de al menos 4 mm de grosor. Con esta técnica fabricaremos una matriz casera y muy duradera. Es fácil de hacer y el resultado lo notarás enseguida.

Tres simples pasos:

Empapa el cuero en agua templada o caliente y presiona suave pero firmemente el strass sobre él de forma que esté perfectamente perpendicular. Se formará una pequeña cavidad donde la piedra quedará bien sujeta al remachar.
Cuando el cuero se seque y endurezca, mantendrá la forma perfecta durante muchos usos. Cuando ya no esté húmedo, acaba el secado al sol o en horno (a 60º) para que endurezca más, en este caso no nos importa que quede bonito, importa que adquiera la máxima dureza posible.
Con tu molde ya hecho, remacha con martillo o presiónalo suavemente con una prensa robusta.