Riesgos de compartir instrumentos en BDSM

Hoy nos adentramos en un tema que, aunque no es para nada el más glamuroso, es absolutamente crucial para una práctica BDSM segura, saludable y, sobre todo, divertida: la higiene y la seguridad de nuestros instrumentos.
En el vasto y excitante universo del BDSM, es fácil dejarse llevar por la pasión del momento, la intensidad de la conexión y la adrenalina del juego. Sin embargo, en medio de látigos, cuerdas y mordazas, es vital recordar que la seguridad debe ser siempre la prioridad número uno. Y cuando hablamos de seguridad, no podemos ignorar los riesgos potenciales que conlleva el compartir instrumentos BDSM.
El espejismo del «compartir es vivir»: ¿Por qué no aplica a los juguetes BDSM?
En nuestra sociedad, se nos ha enseñado desde pequeños que compartir es un valor positivo. Compartimos juguetes, comida, secretos y experiencias. Pero, ¿qué ocurre cuando aplicamos esta filosofía al mundo del BDSM? ¿Es realmente una buena idea compartir nuestros instrumentos de placer con diferentes parejas?
La respuesta, en la mayoría de los casos, es un rotundo no. Aunque la idea de usar los mismos juguetes con diferentes personas pueda parecer una forma de ahorrar dinero, simplificar las cosas o incluso añadir un elemento de «comunidad» a tu práctica BDSM, los riesgos potenciales superan con creces cualquier beneficio percibido.


Desglosando los peligros: Una mirada profunda a los riesgos de compartir instrumentos BDSM
Para comprender plenamente por qué compartir instrumentos BDSM es una práctica arriesgada, es importante analizar los peligros específicos que acechan detrás de esta decisión:
- Infecciones: El enemigo invisible
Este es, sin duda, el riesgo más preocupante. Nuestros cuerpos son ecosistemas complejos, repletos de bacterias, virus, hongos y otros microorganismos. Algunos de estos microorganismos son beneficiosos, mientras que otros pueden causar infecciones desagradables, dolorosas e incluso peligrosas.
Cuando compartimos instrumentos BDSM, estamos esencialmente intercambiando estos microorganismos con nuestras parejas. Esto puede provocar una amplia gama de infecciones, desde infecciones bacterianas comunes, como la foliculitis o el impétigo, hasta infecciones virales más graves, como el herpes o el VPH. Los hongos también pueden ser un problema, especialmente en áreas húmedas y cálidas del cuerpo.
Además, algunas infecciones pueden ser asintomáticas, lo que significa que una persona puede estar infectada sin siquiera saberlo. Esto aumenta el riesgo de propagación inadvertida de la infección a otras parejas.
- Alergias: Una reacción inesperada
Las alergias son una respuesta exagerada del sistema inmunológico a una sustancia extraña, conocida como alérgeno. Algunas personas son alérgicas a ciertos materiales que se utilizan comúnmente en la fabricación de instrumentos BDSM, como el látex, el metal, el cuero o ciertos tipos de plástico.
Compartir instrumentos puede exponer a tus parejas a alérgenos que podrían desencadenar una reacción alérgica. Los síntomas de una reacción alérgica pueden variar desde leves, como picazón, enrojecimiento o urticaria, hasta graves, como dificultad para respirar, hinchazón de la garganta o incluso shock anafiláctico.


- Daño a los instrumentos: Un peligro latente
El uso compartido de instrumentos BDSM puede aumentar el riesgo de daño o desgaste. Los instrumentos pueden romperse, agrietarse, oxidarse o simplemente deteriorarse con el tiempo. Los instrumentos dañados pueden ser peligrosos y causar lesiones a ti o a tus parejas.
Por ejemplo, un látigo con una grieta en el mango podría astillarse y causar cortes o rasguños. Una mordaza con una hebilla rota podría soltarse inesperadamente y provocar asfixia. Un vibrador con un cable pelado podría causar una descarga eléctrica.
- El factor psicológico: Más allá de lo tangible
Además de los riesgos físicos, también existe un componente psicológico a tener en cuenta. Compartir instrumentos puede generar sentimientos de incomodidad, ansiedad o incluso repulsión en algunas personas. La idea de usar un instrumento que ha estado en contacto con los fluidos corporales de otra persona puede ser desagradable para algunos.
Es importante respetar los límites y preferencias de tus parejas en este sentido. Si alguien se siente incómodo compartiendo instrumentos, no lo fuerces a hacerlo. La comunicación abierta y el consentimiento informado son fundamentales en cualquier práctica BDSM.


Protocolos para un BDSM seguro e higiénico
Ahora que hemos explorado los riesgos potenciales de compartir instrumentos BDSM, es hora de centrarnos en las soluciones. ¿Cómo podemos mantener nuestro juego BDSM seguro, higiénico y libre de preocupaciones? Hay una serie de protocolos esenciales:
- La regla de oro: Instrumentos personales, placer personal
La forma más segura de evitar los riesgos asociados con el uso compartido de instrumentos es, simplemente, no compartirlos. Cada persona debe tener su propio juego de instrumentos y ser responsable de su cuidado y mantenimiento.
Esta regla de oro no solo protege tu salud física, sino que también fomenta una mayor sensación de intimidad y conexión con tus propios instrumentos. Con el tiempo, tus instrumentos se convertirán en una extensión de ti mismo, una herramienta personal para explorar y experimentar el placer.
- Desinfección: Tu primera línea de defensa
La desinfección es un paso crucial para eliminar o inactivar los microorganismos que pueden estar presentes en tus instrumentos. Antes y después de cada uso, debes desinfectar cuidadosamente todos los instrumentos que hayan estado en contacto con tu piel o fluidos corporales.
El tipo de desinfectante que utilices dependerá del material con el que estén hechos tus instrumentos. Para instrumentos de metal, puedes utilizar alcohol isopropílico al 70% o una solución de lejía diluida. Para instrumentos de plástico o silicona, puedes utilizar un jabón antibacteriano suave o un desinfectante específico para juguetes sexuales.
Asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante del desinfectante y de dejar que los instrumentos se sequen completamente antes de guardarlos.
- Limpieza profunda: Más allá de la desinfección
Además de la desinfección, es importante limpiar tus instrumentos a fondo después de cada uso. Esto ayudará a eliminar cualquier residuo de lubricante, sudor o células muertas de la piel que puedan haberse acumulado en la superficie del instrumento.
Utiliza un jabón suave y agua tibia para lavar tus instrumentos. Asegúrate de enjuagarlos bien y de secarlos completamente antes de guardarlos.
- Almacenamiento seguro: Protege tu inversión
El almacenamiento adecuado es esencial para mantener tus instrumentos limpios, seguros y en buen estado. Guarda tus instrumentos en un lugar limpio, seco y alejado de la luz solar directa. Evita guardarlos en lugares húmedos o polvorientos, como el baño o el sótano.
Utiliza una bolsa o caja individual para cada instrumento. Esto evitará que los instrumentos se rayen, se golpeen o se contaminen entre sí.


- Inspección regular: Detecta los problemas a tiempo
Revisa tus instrumentos regularmente para detectar signos de daño, desgaste o deterioro. Busca grietas, roturas, óxido, decoloración o cualquier otro cambio inusual.
Si encuentras algún problema, reemplaza el instrumento inmediatamente. No intentes reparar por ti mismo un instrumento dañado, ya que esto podría comprometer su seguridad y eficacia, es mejor que lo deseches o lo remitas al fabricante del mismo.
- Condones y barreras: Una capa extra de protección
Si vas a utilizar instrumentos que entren en contacto con fluidos corporales, como dildos, vibradores o plugs anales, utiliza siempre condones o barreras de látex o nitrilo. Esto ayudará a protegerte a ti y a tus parejas de infecciones de transmisión sexual (ITS).
Asegúrate de cambiar el condón o la barrera después de cada uso y de desecharlo correctamente.
- Comunicación abierta: La base de toda práctica BDSM segura
La comunicación es la clave para una práctica BDSM segura, consensuada y placentera. Habla con tus parejas sobre tus preocupaciones, límites y preferencias en relación con la higiene y la seguridad de los instrumentos.
Establece límites claros y respeta los límites de tus parejas. No fuerces a nadie a hacer algo con lo que no se sienta cómodo.
- Pruebas regulares de ITS: Un chequeo esencial
Si eres sexualmente activo, es importante que te hagas pruebas regulares de ITS. Esto te ayudará a detectar cualquier infección a tiempo y a recibir tratamiento adecuado.
Habla con tu médico sobre qué pruebas son adecuadas para ti y con qué frecuencia debes hacértelas.
Un último consejo: Invierte en calidad, invierte en ti
En el mundo del BDSM, como en muchas otras áreas de la vida, obtienes lo que pagas. Invierte en instrumentos de calidad, fabricados con materiales seguros y duraderos. No te dejes tentar por las opciones más baratas, ya que podrían contener productos químicos tóxicos o ser más propensas a dañarse.
Recuerda, tus instrumentos son una inversión en tu placer, tu salud y tu seguridad. Trátalos con el cuidado y el respeto que merecen.
Al seguir estos consejos y protocolos, puedes disfrutar del BDSM de forma segura, responsable y sin preocupaciones. ¡Así que adelante, explora tus fantasías, experimenta con nuevos juguetes y sumérgete en el placer, sabiendo que estás protegiendo tu salud y la de tus parejas!
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